Lamentable por demás es la situación entre Maripily, Roberto Alomar y Giselle (digo lamentable, no importante por si acaso). Porque el problema entre ellos pasa todos los días en Puerto Rico y nadie le da importancia. Un caso normal entre personas anormales se convierte en un circo mediático donde los reporteros hasta pelean entre ellos para estar más cerca de alguna de las partes.
Les cuento que la pasada semana yo estaba en un supermercado y detrás de mi había una señora con dos carritos de compras llenos hasta el tope, desesperada por pagar (con la tarjeta del PAN por supuesto) porque las personas como tu y yo no podemos pagar dos carritos de compra a la vez. Pasaron unos 10 minutos y la fila no se movía. Esta persona estalló en rabia e insultó al cajero pero lo más gracioso fue cuando le dijo:
“Coño que tu te crees, llevo aquí veinte minutos esperando y ya son las seis y me voy a perder La Comay. Tu no sabes que hoy se enredaron Maripily y Giselle en la corte”
Increíblemente la señora dejó los carritos llenos y se fué .
¿Usted sabe cuanto tiempo pasa uno en el supermercado llenando dos carritos de compra?
Nuestra sociedad a perdido los valores familiares y morales más básicos, quizás en esa compra estaba la cena de un anciano, la merienda de la escuela de los hijos, una medicina, la leche de un bebé y quién sabe qué más, pero ella lo dejó todo por ver La Comay y saber quién le dió a quién en el tribunal..
¿Y qué piensas tu?
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